La pieza, con música del maestro Mariano Mores, fue estrenada en el año 1943 y da cuenta de la gran disaster existencial que atravesaba el poeta en aquella época
“Uno busca lleno de esperanzas, el camino que los sueños prometieron a sus ansias / Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina / Uno va arrastrándose entre espinas y en su afán de dar su amor, sufre y se destroza hasta entender, que uno se ha queda’o sin corazón I Precio de castigo que uno entrega por un beso que no llega o un amor que lo engañó I Vacío ya de amar y de llorar, tanta traición.
Hay que repensar mucho la mirada que tenemos sobre los cuerpos, hasta dónde estamos dispuestos a que una persona sufra para que encaje ante la mirada de otro.
Mientras la vida familiar giraba alrededor de mi salud, mis padres juraron que guardarían el secreto y se prometieron nunca contarme nada.
Hay organizaciones de personas intersex en todo el mundo que están luchando por nuestros derechos, para que no se sigan interviniendo cuerpos de niños y bebés intersexuales por el solo hecho de perseguir la estética.
El tema me avergonzaba. 10ía miedo de que me dejaran de querer o que me hicieran preguntas que no podía responder.
En check it out uno de sus libros, Juan Pablo Escobar, cuenta el modo en que su madre negoció con con la familia Rodríguez Orejuela para que le permitieran vivir y salir del país
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Empezaron a acercarse personas intersex que por primera escuchaban su propia historia en la voz de otro, que durante años pensaron que sus casos eran únicos.
A pesar de que las únicas intenciones de sus padres eran proteger a su hija recién nacida de acuerdo a los estándares de la medicina de principios de la década de 1980, Candelaria describe aquellas operaciones como "innecesarias y evitables".
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Cuento mi historia para que, entre otras razones, dejen de mutilar niños y niñas intersex y para que se garantice el derecho a la integridad corporal y a la verdad.
En simultáneo, en mis primeros meses de vida, iniciaron un reclamo ante la justicia para pedir el cambio de nombre y de sexo en la libreta de nacimiento. No les alcanzaba una corrección de la partida, querían un documento nuevo, para que nunca fuera necesario darle explicaciones a nadie.